Muchas cosas se hablas de las redes sociales, como Facebook, Instagram y Twitter. Amparo poco sabia de esas cosas a pesar de tener cuarenta y tantos, y ser madre de dos hijas adolescentes, asi que debía hacerle frente a la tecnología e interiorizarse.
Había estado en reuniones donde las personas siempre estaban con el teléfono celular cual si fuera una extensión de sus manos, y siempre escuchaba el dialogo entre amigas «Hay que tener cuidado en las redes sociales con los niños». Esto le llamo mucho la atención, ya que en un programa de tv comentaron un caso donde se habían conocido por una red social y no finalizo de la mejor manera, y otras que si habían tenido finales felices. Esto llego a Amparo a imaginarse toda esa gente unida en el mundo por una «Red».
Investigando y conversando con distintos conocidos entendió que internet tiene cosas buenas y cosas malas, por otro lado, recordó cuando era niña y la red social era «La Plaza» o la «Pileta», y sus madre le aconsejaba: no hables con extraños, no aceptes nada de extraños, no te vayas con nadie, si alguien te quiere llevar vos empeza a gritar.
Llevando esa información en su cabeza a la actualidad pensó que la mejor manera de abordar a niños y/o adolecentes, era el dialogo, ya que ellos son más diestros con este tema de las nuevas tecnologias. Ya sabemos que por fuerza, no se puede obtener resultados positivos de un adolescente (se recordó a ella misma en esa edad).
Asi fue que Amparo sentada en la maquina esa que solo usa para hacer trabajos comenzó una charla con sus hijas tal como lo había hecho su madre, solo cambiaban los roles y la escena.
No facilitar datos personales tales como:
- Números de teléfonos, ni direcciones.
- Nombres de integrantes de la familia.
- Horarios de actividades y lugares frecuentes.
- No dar números de tarjetas .
- Tal como se lo aconsejaba su mamá no hablar con extraños.
Amparo sabe que no es una tarea sencilla, no quería infundar miedo en sus hijas. Pero sabia que la mejor manera era mediante el dialogo sin usurpar la intimidad, pero si teniendo esas charlas de madre e hijos que son difíciles, pero no imposibles.